Con el paso del tiempo las mujeres cada vez aplazan más el momento de iniciar la maternidad, debido a múltiples situaciones, como lograr objetivos previo a esta etapa, en cuanto a adquisición de bienes, realizar viajes, mejorar su vida profesional y laboral y muchas situaciones más.

Si bien no hay una edad para determinar un embarazo tardío o una gestante tardía, si hay un aumento de riesgos a medida que aplazamos nuestra decisión de ser madres, y esto se queda en riesgos sin ser necesario que todas vayan a vivir alguna de estas situaciones, ya que muchas en parte depende del estado de salud previó al embarazo y los hábitos de vida saludable podrían disminuir estos riesgos.

Las mujeres que se embarazan después de los 35 años tienen los mismos riesgos de un embarazo antes de los 30 pero aumenta para ciertas situaciones como:

  • Aborto espontáneo entre 6-14 semanas de gestación o primer trimestre, este podría ser secundario a la calidad del ovulo y aumenta riesgo de cromosopatia con la edad.
  • Embarazo ectópico: este se denomina a la ubicación inadecuada de la implantación del embarazo, el riesgo aumenta de 4-8 veces en mujeres mayores de 35.
  • Anormalidades fetales genéticas, o anatómicas aumenta el riesgo en mujeres mayores de 40 años.

Si una mujer tiene más de 35 años y ya padece previamente de patologías crónicas como cáncer, enfermedad cardiovascular como hipertensión arterial crónica, enfermedad renal u obesidad aumenta el riesgo de complicaciones y hospitalización durante su embarazo.

También puede aumentar el riesgo de desarrollar, hipertensión gestacional, diabetes y alteraciones placentarias con el riesgo de compromiso tanto materno como fetal por estas patologías.

Los estudios recomiendan entonces

  • Educar sobre el riesgo de infertilidad y riesgo de desarrollar las patologías previamente nombradas durante el embarazo si este se logra después de los 35 años.
  • Se aconseja adecuado cuidado de la salud materna preconcepcional con hábitos de vida saludables en dieta, ejercicio y evitar el consumo de sustancias como el cigarrillo que puedas predisponer a enfermedades crónicas, además de toda la educación y preparación basada en la necesidad de cada paciente que podrás obtener en una consulta preconcepcional.

Si tu decisión es embarazarte lo puedes hacer conociendo estos riesgos y realizando inicialmente una adecuada valoración preconcepcional para tener tu estado de salud óptima al momento de embarazarte , incluso en este seguimiento se inicia con la búsqueda de causas, evidenciando si existe algún tipo de dificultad o alteraciones en la fertilidad para lograr el embarazo deseado.

Una vez logrado el embarazo debes continuar tu rutina de control prenatal según lo establezca tu Ginecoobstetra para vigilar y tener detección temprana de riesgos o patologías que disminuya el impacto negativo sobre la madre o el feto.

Recordando que llevar un embarazo saludable incluye toda la esfera bio-psico social de la mujer por tanto no solo deberá tener seguimiento por el Obstetra sino por el equipo que ella considere necesario incluyendo, psicología, nutrición entre otros y continuando los estilos de vida saludable que incluye ejercicio durante el embarazo y adecuada educación prenatal donde se involucre su pareja o con quien decida llevar este proceso de maternidad creando comunidad e impactando también en la salud no sólo física sino también mental materna.