El postparto es un periodo de retos para algunas mujeres. Se producen cambios a nivel hormonal, como el aumento de la prolactina, y la adaptación al nuevo rol de madre, con todas las responsabilidades que conlleva el cuidado del recién nacido, el sueño y la lactancia. Sumado al cansancio y la falta de sueño, esto puede generar cambios emocionales.
Baby blues: una respuesta común en la depresión postparto
Muchas mujeres experimentan el baby blues, que se diferencia de la depresión postparto en que es una sensación de tristeza leve en el postparto, acompañada de cambios leves en el estado de ánimo, sentimientos de preocupación y agotamiento. La atención exclusiva al recién nacido durante las primeras horas y semanas de vida puede generar cansancio y hacer que la madre se sienta abrumada. Si esta sensación no es leve, sino severa, o si se extiende por más de dos semanas, se considera depresión postparto, la cual puede ser leve o severa y comprometer la seguridad de la madre y el recién nacido.
Síntomas y necesidad de apoyo en la depresión postparto
En casos de depresión postparto, además de la sensación de tristeza extrema o prolongada, la madre puede experimentar cambios en el sueño, alteraciones en el apetito, cambios en el comportamiento e incluso rechazo hacia su recién nacido. En cualquiera de estos casos, además del acompañamiento ginecológico, se requiere un enfoque interdisciplinario que incluya el apoyo de psicología. En casos severos, incluso puede ser necesario el acompañamiento de un psiquiatra y el uso de tratamiento farmacológico.
La importancia de reconocer y buscar tratamiento
Es fundamental identificar y normalizar el tratamiento de la depresión postparto, ya que muchas veces, por falta de conocimiento sobre la necesidad de acompañamiento psicológico o por miedo al uso de medicamentos psiquiátricos, estos trastornos pueden empeorar, afectando la relación madre-hijo y la integridad de ambos. Incluso se ha observado que si la depresión postparto no recibe el tratamiento adecuado, puede prolongarse en el tiempo e interferir con la crianza y los sentimientos hacia el hijo.
Factores protectores y autocuidado en la depresión postparto
Existen factores protectores que pueden ayudar a prevenir los trastornos depresivos durante este periodo:
- Contar con una buena red de apoyo puede permitir que la madre descanse durante períodos más largos, lo cual contribuye a su bienestar en esta etapa.
- Aceptar la ayuda en las tareas del hogar por parte de familiares y amigos.
- Formar parte de una red o comunidad de madres en la misma etapa de maternidad, donde se puedan compartir experiencias, emociones y brindar apoyo mutuo.
- Dedicar tiempo al cuidado personal, respetando las horas de alimentación y realizando alguna forma de ejercicio, aunque sea 15 minutos al día, puede ayudar a liberar endorfinas y mejorar el estado de ánimo.
- En caso de tener problemas con la lactancia u otras molestias físicas en el postparto, contar con el acompañamiento adecuado del personal de salud puede aclarar dudas y hacer que la madre se sienta mejor.
En conclusión, es importante reconocer la diferencia entre el baby blues, que muchas madres experimentan y es leve y pasajero, y la depresión postparto, que puede ser severa y prolongarse más de dos semanas. Debemos dejar de lado el miedo al tratamiento, ya sea mediante psicoterapia o manejo farmacológico, y entender que existen factores protectores que podemos implementar. Todas las mujeres estamos en riesgo de padecer depresión postparto, incluso sin antecedentes de enfermedades mentales.
Espero que estas correcciones y la estructura con subtítulos te sean útiles. Si tienes alguna otra pregunta o necesitas más ayuda, no dudes en preguntar.
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