La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la planificación familiar como el conjunto de procedimientos que permiten a las personas y parejas controlar su reproducción; y ésta se logra a través de métodos anticonceptivos y tratamientos de reproducción asistida.

Hoy quiero que conozcan los métodos anticonceptivos y, si bien explicaré los más usados, algunos podrían quedar por fuera. También cabe aclarar, como siempre lo digo en mi consulta, que cada paciente tiene su método ideal según su historia clínica, antecedentes y deseos. Por eso, es importante conocerlos y, en una consulta, llegar a la decisión junto a tu ginecóloga sobre cuál es el mejor.

Existen dos grandes grupos de métodos de planificación: los hormonales y los no hormonales.

Dentro de los hormonales, se encuentran:

Anticonceptivos orales o la píldora: Pueden ser combinados (que contienen estrógenos y progestágenos) y no combinados (que contienen solo progestágenos). ¿Cuál es mejor? Depende de las necesidades y condiciones de cada paciente. Ambos tienen una efectividad aproximada del 98%. Cuando se toman adecuadamente y sin olvidos, son seguros.

El anillo hormonal: Consiste en un anillo con hormonas que se inserta en el canal vaginal durante 3 semanas y se retira una semana en el mes. Tiene una efectividad entre el 98-99%. Es de acción mayormente local que sistémica. Algunas pacientes pueden experimentar molestias con la colocación, pero si se aprende a colocarlo correctamente, generalmente ni siquiera se siente. Es una buena opción si se desea evitar olvidos.

Inyectables: Existen en versiones mensuales y trimestrales. Ambos contienen cargas hormonales considerables, lo que puede causar diferentes efectos secundarios en las pacientes. El inyectable trimestral puede generar ausencia de menstruación y no se recomienda su uso por más de 18 meses debido a posibles efectos adversos. Sin embargo, ambos tipos tienen un porcentaje de efectividad alto, similar al de otros métodos hormonales.

Implante subdérmico o pila: Es un dispositivo que, mediante un procedimiento, se coloca en el tejido subcutáneo de la cara interna del brazo. Algunos tienen una duración de 3 años y otros de 5 años. Algunos contienen una sola barra y otros dos. Solo contienen progestágenos. Es importante considerar las características de la paciente, ya que puede afectar el peso y generar alteraciones en la piel. Sin embargo, tienen un perfil de seguridad alto y una efectividad del 99%.

Parche anticonceptivo: Es un dispositivo hormonal con estrógenos y progestágenos que se coloca en la parte superior del brazo, glúteos o en la parte baja del abdomen. Se usa durante 3 semanas y se retira una semana. Tiene una efectividad del 99% si se usa correctamente. La eficacia puede disminuir en casos de olvidos en la colocación, interacción con algunos medicamentos o si la paciente pesa más de 90 kg.

Sistemas intrauterinos (DIU): Son dispositivos en forma de T con progestágenos que se colocan dentro de la cavidad uterina. Existen de altas y bajas dosis, con una duración de entre 3 y 5 años. Su efectividad es del 99%. Son una excelente alternativa para pacientes en quienes los olvidos no son un problema.

 

Dentro de los métodos no hormonales:

Condón: puede ser femenino o masculino y actúa como método de barrera para la prevención de embarazos y también de enfermedades de transmisión sexual. Por tanto, si no tenemos pareja estable, debería ser utilizado junto con cualquier otro método, con una efectividad que varía entre el 85 % y el 95 %, y depende de una correcta colocación y del uso durante toda la relación sexual.

Métodos naturales: entre estos se encuentran el método de ritmo, Billings y sintotérmico. Estos requieren del conocimiento de nuestro cuerpo y ciclo, así como de la medición de la temperatura basal, cambios en el aspecto del moco cervical y algunos días de abstinencia. Son vitales para su adecuada efectividad y requieren de una formación en pareja, ya que ambos deben conocer y estar atentos a algunas variables. Muchas parejas utilizan estos métodos.

Dispositivos intrauterinos no hormonales: aquí se encuentra la antigua T de cobre, que en algunas pacientes puede causar cólicos intensos, dismenorrea o sangrados abundantes debido a su tamaño y materiales de elaboración. La T de oro, que se presenta en diferentes tamaños, reduce estos efectos adversos y tiene una efectividad de entre 97 % y 99 %. Es una excelente alternativa para aquellas que desean un ciclo sin el impacto de las hormonas, y en este caso, el olvido no será un problema.

Esterilización quirúrgica: para el hombre, se llama vasectomía; para la mujer, oclusión tubárica bilateral. Mediante diferentes técnicas, se ocluye la trompa de Falopio, impidiendo el paso hacia la cavidad endometrial. Ambas tienen una efectividad del 99 %, pero al tomar esta decisión, especialmente en las mujeres, es importante conocer el síndrome post-vasectomía de Pomeroy.

Estas son algunas generalidades sobre los métodos de planificación. Como mencioné al inicio, es importante que los conozcas, pero te sugiero que, al momento de decidir usar alguno, consultes con tu ginecóloga para no comprometer tu salud y evitar al máximo los efectos adversos, logrando así la mayor efectividad posible según tus necesidades.